sábado, 7 de septiembre de 2013

El Cine y la Música: Vol. I



Me pasa muchas veces descubrir música gracias a películas. Es que, desde que fue posible incorporar el sonido al filme, la música se ha vuelto un elemento que no sólo acompaña, sino también otorga nuevos significados a las imágenes de la cinta. Y no solo quien escribe lo percibe de este modo. Directores como Quentin Tarantino y David Lynch también así lo creen.
En el caso de Tarantino, la música es tan primordial que incluso en ocasiones la concibe antes que la película misma. David Lynch utiliza audífonos durante la filmación de ciertas escenas para tener la sensación de cómo se
mueve la película junto a la música. Es así. Si no ¿por qué saldrían a la venta luego las bandas sonoras? ¿O por qué nos pasaría a veces asociar cierta canción a una escena en particular?
Recuerdo, por ejemplo, “Pánico y Locura en Las Vegas” de Terry Gilliam y la escena en la que Raoul Duke (Johnny Depp) ingresa a la pista de baile con música de  Jefferson Airplane y su clásico “Somebody to Love”. O la escena de “El Gran Lebowsky” cuando el personaje de John Turturro entra en la cancha de bolos con Gypsy Kings de fondo y su “Hotel California”. En ambos casos, ver las películas me significó descubrir la música y a los artistas detrás de ella. Y ni hablar de las películas de Tarantino (a las cuales no voy a hacer más referencia que esta y la anterior, ya que merecen todo un texto aparte).
A veces pasa también que la banda sonora supera a la película en sí. Es el caso de “Juno”, cuya banda sonora se hizo conocida más allá del filme, en muchos casos llegando a conocerse primero la música y luego la película, llevando a los músicos a dar vueltas por tanto programa de televisión estadounidense podían. En fin, los infames quince minutos de fama que Warhol predecía allá por los setenta.
Y como hablar de películas me hace querer ver una, los voy a ir dejando pero no sin antes una recomendación. Si les gusta descubrir música a través de películas, o si simplemente les gustan las historias de personajes que no encajan, o la música que suena ahuecada por viento zonda, recomiendo vean “Gummo” del polémico director Harmony Korine con la banda stoner “Sleep” de soporte musical. Una película para hurgar en esos sentimientos que nos generan las deformidades externas (e internas), con una musiquita que perturba y espesa el clima.
Gracias por leer. Hasta la próxima, babies.

Lulina Blako- Cineclub Stocco